EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA
El embarazo adolescente es un problema grave de salud pública que afecta a toda la sociedad, ha crecido de forma alarmante en los últimos años, según el Instituto de Nacional de Perinatología, en nuestro país cada año nacen alrededor de 397 mil 428 bebes, cuyas madres son menores de edad y de las cuales más de 8 mil tienen menos de 14 años, es decir en promedio cada día unas 30 adolescentes dan a luz.El embarazo en adolescentes afecta su salud, educación, proyecto de vida, relaciones sociales y culturales, y su economía entre otros aspectos. Ser madre o padre adolescente suele iniciar, sin distinciones sociales, una serie de condiciones de vulnerabilidad asociadas a la falta de preparación para esta nueva responsabilidad, características propias del desarrollo en esa etapa y a la adopción de roles de género tradicionales, así como a la pérdida de vivencias y adquisición de conocimientos propios de la adolescencia. La maternidad y paternidad temprana, suele tener efectos negativos graves en los hijos e hijas de las y los adolescentes, exponiéndolos a condiciones adversas que obstaculizan su desarrollo.
En muchas instituciones educativas no hay una enseñanza que realmente se ponga a prueba a cerca de la educación sexual, este tema pasa desapercibido y no se le da la importancia que se debería o Cuando se abordan estos temas los jóvenes lo toman a broma dejando a un lado los valores de la responsabilidad y el amor a la vida.
Los
medios de comunicación invaden o bombardean de mala información a los
adolescentes por sus contenidos en programas, telenovelas, series, películas etc., tienen mayor interés en tener
más rating y ganar dinero sin importar que sus programas no sean los más
apropiados para las personas y para su educación.
Hoy en día existe mucha manipulación por
parte de los medios.
La
gestación en la adolescencia es la cuarta causa de deserción escolar según el INEGI. Esto muchas veces se podría combatir con una buena formación en valores
por parte de los padres y de las instituciones educativas, Estado, comunidad
del sector salud y la sociedad entera...
Por
ello considero que es importante que se
plateen estrategias de intervención educativa para combatir o disminuir este problema psicosocial
que está presente en las instituciones educativas y en la cual es responsabilidad social para inculcar valores en los adolescentes, una
educación sexual integral para el amor y respeto a la vida...
Los
programas de educación sexual comunitarios o vinculados con escuelas que
incluyen a las madres y los padres para promover la comunicación sobre
sexualidad en las familias también han demostrado impacto en estudios
experimentales.
La
ENAPEA, está a favor de un diseño y desarrollo curricular inclusivo en y a
partir de los planes y programas de estudio nacionales generales, donde se
aborde, de manera actualizada los contenidos sobre el tema de la sexualidad, y
a favor de la inclusión docente que permita su mejor formación sobre los
contenidos y desarrollo de competencias para la enseñanza de estos temas,
además de favorecer en la medios una orientación sin prejuicios sobre la
adolescencia, sus derechos, su salud sexual y reproductiva, y de la inclusión
de escuelas, donde el tema sea visto como parte sustantiva de la formación de
las y los adolescentes, en la comunidad educativa.
Todo
lo mencionado anteriormente con el fin de mejorar la educación integral de la
sexualidad en las instituciones educativas así como los logros académicos,
mejorar el desarrollo positivo de los estudiantes, los valores y la
comunicación de padres e hijos y de toda la comunidad educativa para el bien de
la sociedad.
La Educación
integral en sexualidad debe promoverse en las escuelas, en la comunidad y con
las madres y los padres. En el contexto escolar debe hacerse énfasis en la
integralidad de la capitación y/o formación del personal docente, la
planeación de los programas y los contenidos del currículo. Debe asegurarse la colaboración
interinstitucional y multisectorial para enfrentar el problema en varios
niveles. Debe involucrarse, aparte del sector salud, el sector educativo, el
sector laboral, el sector social, organizaciones de la sociedad civil y la
iniciativa privada. El nivel de intervención determina la magnitud del impacto,
por lo que debe darse prioridad a intervenciones estructurales y en el nivel
comunitario.
BIBLIOGRAFIA